dijous, de gener 01, 2009

Ayer...
¿Por qué tengo que hablar de ayer si todavía no fui a dormir? El día debería terminar cuando uno se va a dormir, a menos que sigas de largo. Ahí la diferenciación, de todas formas, es relativa.
Cuando todavía era 31 llamé a mi primo por su cumpleaños. Cumplió 20.
¡Estamos viejos!