dilluns, de març 30, 2009

No le llegó el memo

Que a las 9 de la mañana haga 23 grados no da, no porque haga calor -de hecho, es para mí la temperatura ideal- sino porque implica que el mediodía va a estar insoportable. Y yo, por clemencia a mis amistades y porque la función es a esa hora, salgo al mediodía. Estamos a 3o de marzo pero creo que nadie se enteró, especialmente el Sr. Otoño. No llega, no avisa que llega tarde, no da señales de vida. Una brisita de esas que entran por la ventana y si estás en pijama y muy quieta te da un frescorcito me hizo pensar que, tal vez, ya andaba cerca. Pero no. Me está preocupando. ¿Será que tendré que llamar a comisarías y hospitales? Que abril empiece con escarcha, porque si no, no. Así no.
Al clima se le cayó el sistema.

dissabte, de març 28, 2009

Y entonces algo como así

Soñé que volvía de vacaciones y entonces me encontraba con mis amigas. Yo estaba viviendo en un departamento de primer piso o algo así. Tenía una conejita. Estaba con Patri y papá. Y me hacen bajar para algo y se bajaba por una escalera externa angosta y medio empinada, caracol blanca de metal. Y abajo había como un patio, o algo así como una habitación de Habbo, llena de gente. Había como un local tipo kiosco – heladería y yo estaba con More y Johanna y pedimos helado y estaba una persona muy desagradable y nos molestaba su presencia y trató de sacarme una foto con su celular y le pegué una piña en su panzota. Y dejé que ellas eligieran los gustos de helado. El lugar era como así


Bajamos por donde la flecha, era como un camino de cascaditas y arroyitos y el camino era ése, todo de agua. Creo que el lugar al que se llegaba era muy lindo. Subimos y llegamos de nuevo a la heladería y cruzo el puente y sigo caminando y cuando estoy por pasar por un lugar con tierra y pasto pelado me doy cuenta de que una de mis ojotas se había quedado en el puente. Y cuando me acerco ya la habían visto y trataban de pescarla del agua. Y no la había visto porque estaba sentada en el piso pero estaba Astrid y me alcanza la ojota. Y entonces nos corremos a un costado para charlar un rato y me dice que se había ido de vacaciones a Brasil y estábamos conversando cuando giro mi cabeza y veo que en la parte de agua al ladito de donde nosotras estábamos había un ser mezcla sapo – babosa repugnante, asqueroso, una masa informe más o menos así


Algo así como un sapo con obesidad mórbida o un ser extraño de la Guerra de las Galaxias. Grité, traté de incorporarme y vi que saltaban la cerca y se alejaban dos sapos igual de repugnantes pero de tamaño normal. A todo esto yo, desde que me encontré con Astrid, estaba con mi mamá y esperaba que gritara o algo porque no pueden gustarle tanto los sapos como para que ésos no le dieran aunque sea un asquito. Tenían un aspecto baboso de babosas, grasosos. A mí me daban arcadas. Cuando vi que se alejaban pensé que tal vez no era una sola cosa asquerosa sino varias cosas asquerosas juntas. En efecto, miré hacia donde estaba y solo quedaban algunos cangrejos, gigantes y feos también, pero no me daban tanto asco. Volviendo mi cabeza para continuar mi interrumpida charla con Astrid veo que en realidad la cosa se había deslizado y que ahora la tenía incluso más cerca y pegué un grito fuerte, traté de huir y desperté.

divendres, de març 27, 2009

Por que sí, porque no tengo nada más para hacer

Mañana BAFICI, pasado, El fantasma de la ópera. ¡Qué movida cultural!

Hoy: nada, realmente. Seguir leyendo Madame Bovary. Seguir leyendo El simbolismo. Seguir recortando y pegando, tal vez. Franz por la noche en Mtv.

En poco, todo concluye al fin.

dimecres, de març 25, 2009

Women in Art

Lo haremos como un graan equiiipo


Alucinante.

dissabte, de març 21, 2009

¡Arte, arte, arte!





Jugamos a la rayuela, vimos a Marta y me compré stickers de Sailor Moon. Un precioso sábado.
¡Fluo, fluo, fluo!

dijous, de març 19, 2009

Ochocientos ochenta y ocho escalones*

1° cuatrimestre: de 8:30 a 18
2° cuatrimestre: de 6 a 12
3° cuatrimestre: de 8:30 a 12

Vamos optimizando los tiempos. No sé qué hacen, a la Oficina de Alumnos en una inscripción subí una sola vez, pero deben estar dándole anabólicos y bebidas energizantes a los ratoncitos que hacen funcionar las computadoras que el estado nos provee. Y en resumidas cuentas, llegando tarde, pasando planilla y todo, estuve menos horas que los que estaban desde las 11 de la noche acampando afuera para ser los primeros. JA!

Jugaremos a ser murciélagos, y conoceremos las instalaciones de noche. Y capaz, pueda entrar a la supuesta Biblioteca. Tal vez detrás de la puerta no haya una biblioteca, tal vez está Narnia.

*tiene la torre más alta de la universidad. Donde leés el octavo y salvas Mundodisco.

dilluns, de març 16, 2009

Sueño de una noche de verano

Que estaba en un grupo super popular, pero más bien como segundona de cuarta, onda sirvientita. Pero él me gustaba pero él tenía como una historia con ella o algo así. Pero medio onda me tiraba, o era lo que yo quería creer. Que nos metíamos en lugares como prohibidos, así de insurrectos y populares que éramos. Una terraza enorme, gris. Totalmente prohibido. Había mucha mucha gente, haciéndose los super, mirá lo que hago, también. Y nos corremos de lugar, y nos sentamos como en ronda, y le dejo sitio a él para que se siente a mi lado. La terraza es enorme, y gris. El cielo está gris. Hay antenas y cosas por el estilo a nuestro alrededor. Hace frío, creo. Y giro mi cabeza a la derecha y veo un grupo de gente con unos super trajes, onda policía futurista o no sé qué. Cascos y lentes. ¿Militares? Y tenían gaviotas o aves así, con caso y lentes también. WTF?, pienso. Y todos se levantan y buscan la salida. No entiendo nada, pero me asusto, nos van a agarrar, pienso, y trato de bajar de la terraza. Y se arma un desconche tremens, mucha gente queriendo bajar y a la vez otra tanta queriendo subir. Estamos en un colegio, parece, y grados más chicos, en fila y siguiendo a su maestra, intentan subir a la terraza. Quiero dejarlos pasar y a la vez estoy muy urgida de bajar, no quiero que me atrapan en una situación tan comprometida. Mucha mucha adrenalina. Logro bajar corriendo a la escalera y una vez abajo, ya me siento a salvo y segura. Como que había bajado dos pisos de golpe. Miro para arriba y en el piso superior hay agitación y mucha gente yendo y viniendo. Y perdí de vista a los únicos que reconozco de mi grupo, él ella, tan hermosos, tan ment to be. Yo quería ser como ellos y por eso los seguía como perrito faldero. Y lo veo en la escalera y baja rápido y se tropieza y cae rodando. Cae y no reacciona. Detrás de mí está la enfermería, y a través de la puerta de vidrio le pido por favor a la enfermera que me ayude. Y se niega y me dice “yo hago las cosas bien” o algo así, o sea, no me iba a ayudar porque nosotros no estábamos haciendo lo correcto. ¡Maldición! No sabía qué hacer y no podía cargarlo yo sola hasta el hospital. Tendría que pedirle ayuda a ella y no quería, quería ser su única salvadora. Baja ella, tan elegante y calma, se aleja del pandemonium, perfecta y sin despeinar, como si nada hubiera pasado. La digo que me ayude, que la enfermera no iba a ayudarlo. Y de súbito él se levanta, tan elegante y calmo, perfecto y sin despeinar, como si nada hubiera pasado. Y se abrazan. Invisible-me se aleja. Y pienso que si seguimos haciendo cosas así, cuando sea grande voy a tener recuerdos y anécdotas que contar, de las cosas interesantes y locas que hacía de joven. A la vez, parte interna de mí sabía –o sospechaba- que era un sueño y que despertaría y volvería a la rutina gris, tan gris como la terraza, como el cielo. Decidí seguir en el sueño un poco más, tal vez ganarle a ella una pequeña batalla, a modo de venganza.
–Blur- El tema es que encuentro de pura casualidad una habitación realmente horrible y venida a menos, pero donde se exhiben prendas como nunca vista en tu vida. Todo el lugar era un desastre, un abandono total, pero la ropa en los percheros valía la pena. Esta lugar viene a ser algo super secreto y que yo lo haya encontrado no era del agrado de nadie allí presente, por lo que sus expresiones me demostraban. Estaba ahí con alguien, una amiga de la vida real. Empiezo a mirar los vestidos, en tu vida vas a poder pagar eso, me decía. Nada impide que me los pueda probar, replico. Agarro uno con verde, me queda genial, claro. Después agarro otro con azul, con motivos de caracoles marinos. Salgo del vestidor (una especie de depósito enclenque de madera, con una cortina, y adentro había cachivaches y una cama vieja) con el vestido puesto. La mayoría de la gente se había ido, el sitio estaba por cerrar. Me dije a mí misma que tenía que recordar como llegar la próxima vez, al parecer estaba dentro del colegio/escuela/edificio/universidad donde transcurre todo el sueño. La diseñadora estaba ahí, era amiga de la madre de ella. Competían, diseñaban ropa las dos. Habían sido muy amigas, si hubiesen trabajado juntas, habrían terminado por destruirse, separadas era mejor. Le gustaba como me quedaba el vestido. Fantaseo con modelar, tal vez fuera posible. La otra pequeña estaba conmigo. El lugar ya no era algo cerrado, era una costas. Había mar, arena, maderas tiradas... Charcos. Mi vestido de motivos marinos combinaba con el ambiente. No había viento. Tal vez hacía frío, la pequeña se había puesto un vestido abrigado, pero corto. Me pregunta si es demasiado corto, si debería usarlo con un pantalón. Le digo que no, que estaba bien. La miro de nuevo, sí, mejor con pantalón. El cielo estaba gris. Consideré mi batalla ganada. Regresaba al vestidor para ponerme mi ropa.
Despierto.

diumenge, de març 15, 2009

Noches ácidas

Rochezna: Mañana es 15. En seis meses cumplo... 20 años
Morenita: ¡Ya somos grandes!

Viejos son los trapos, y me siento como uno.
Un sueño de mil demoños.
And remember, el flash es re flasheante.
Mikuri-chan dixit.

dijous, de març 12, 2009

De actitudes deleznables

Una de mis malas costumbres se da en salas de espera o lugares afines, y se trata de recortar, arrancar hojas o directamente, llevarme la revista entera. Sí, despreciable, lo sé. Pero conmigo, les aseguro, esos retazos de revistas -o revistas completas- tendrán conmigo un mejor porvenir que el de ser hojeadas y manoseadas por anónimos pacientes. Conmigo, llegarán a la gloria y perpetuarán su vida útil.

Mi yogurt favorito es Ser Colchón de Moras y Grosellas...

Hay tanta humedad estos días que mi cabeza entró en fase Hermione. O como decíamos en aquel glorioso 2°, se me enfuta en el pelo.

dimecres, de març 11, 2009

Vive en una piña debajo del mar


Bob Esponja está en boca de todos (?) porque cumple 10 años de emisión. Pero acá no se emite desde hace 10 años- 1999? yo estaba en cuarto, todavía mi entera cuota televisiva eran canales infantiles y Bob Esponja no figuraba en ninguna programación. Whatever...
Dos miércoles seguidos que llueve, dos miércoles seguidos que tengo que ir a la casa de mi abuela y prefiero quedarme en mi casa en pijama que vestirme para salir y mojarme de todas formas. Y es como si complotaran a propósito para que mi cabellera se esponjosee, hablando de Bob Esponja... Si, prefiero segui con mi patético y parasitario día, en pijama frente a la computadora hasta que sean las nueve y me ponga a ver Gossip Girl, que, by the way, estoy harta de perderme los capítulos decisivos, como que no vi nada sobre la muerte de Bart Bass, no vale. Y sí, si tengo que elegir entre una cosa u otra, así de vida o muerte, o de desaparición para toda la eternidad, me quedo con la TV. A pesar de pasarme toda la tarde aquí sentada... Es que prefiero mil vez ser simple receptora y dejar que manipulen mis neuronas a tener que interactuar o producir, creo que ya he dicho algo similar. I guess I'm just lazy -but I don't mind-... Lazy Daisy. Si no fuera Margarita... De todos los nombres de flores, margarita es de mis no-preferidos. Orquídea es lo más. Además, es una estación de Dharma. Je, el invernadero.
Y hablando de Lost, sí, como que cada vez se carajean más y consumen más ácido, pero todavía debe tener esa dosis de cafeína adictiva que no te deja dejar de ver, aunque se torne evidentemente de ciencia ficción. Viajes en el tiempo, y te sangra la nariz. Ya no hay humos negros ni osos polares. Pero nadie te explica nada.
Quiero un muñecote de Bob Esponja.

dimarts, de març 10, 2009

Cuando era pequeña y adorable





Sí, me estuve divirtiendo con el escaner...
Sí, yo tenía esos bucles preciosos cuando era pequeña.
Sí, todavía tengo al monito.
Sí, la primer foto, con mi abuela, fue tomada el día que nació mi hermano.
No, no sabía lo que me esperaba.

Ayer estaba mirando Zapping Zone -sí, porque cuando estoy aburrida a la tarde miro Hannah Montana- y los conductores se pusieron a hablar del primer día de escuela y de que sus mejores amigos son con quienes se sentaron ese primer día y blá. Entonces me puse a recordar que:
  • la persona con la que me senté el primer día no me era extraña ya que éramos amigas desde salita de 4
  • al otro día me senté con otra persona
  • al tiempo me senté con otra persona, que había ido conmigo en sala de 3 y nuestras madres hablaron y mi mamá me decía "¿Por qué no hablás con Carla?". Porque sinceramente no me acordaba de Carla, pero bueno, un día vino a casa y desde ahí nos sentamos juntas hasta 3° grado y fuimos mejores amigas.
  • en 4° grado Carla cambió de colegio y entonces me senté con quien me había sentado el primer día de primer grado. Estuvimos sentadas juntas inseparablemente hasta 7°
  • en 8° la entrada al aula fue un quilombo y no me pude sentar con nadie que fuera mi amiga, me senté en el único asiento libre "presentable" y esa persona y otras fueron mis amigas por ese año (las otras, salvo excepción, no me daban mucha bola)
  • en 9° no tenía a nadie libre, me senté en uno de los primeros bancos y Paula Poli se sentó al lado mío. No se bancaba a casi nadie, casi nadie se la bancaba a ella tampoco. Yo era una de esas hasta finales del año anterior. Nos hicimos bastante unidas pero nuestras personalidades hacían que cada tanto tengamos algún intercambio de palabras. Nada serio. Pero después de un tiempo fue rotando de asientos y al final me senté con mi mejor amiga, a quien conocí en 5° y era mi amiga desde entonces, pero nunca nos habíamos sentado juntas a largo plazo. Y estuvimos sentadas así hasta que terminó la secundaria.
Por supuesto, no era que se sentaba conmigo las 6 horas de clase, a veces rotábamos dependiendo la materia, nos resultaba más cómodo a las dos estar sentadas con otras amigas, pero cerca, siempre cerca.
A la persona con quien me senté el primer día de primer grado no la veo desde el día del amigo, y no hablamos tanto. Antes de ese día no la veía desde el año anterior.
La persona al lado de quien me senté el primer día de facultad, sí, es de mis mejores amigas en ese ámbito.

divendres, de març 06, 2009

Reino fungi

Hoy mi hermano llega y me dice: ¿Viste todos los hongos que salieron? Por lo que me muestro un poco escéptica y un poco sorprendida. ¿En verdad? Ayer no estaban. Y salgo cámara en mano para registrar tal generación espontánea, los hongos me traen buenos recuerdos.
Y en cuanto salgo me encuentro con una tremenda comunidad honguífera, pequeños, pero aún así, se podía distinguir entre "ciudad principal","ciudad periférica", "suburbios", "campo", "poblado". Y sí, saqué fotos, claro, definidas, poco definidas, dejo casi todas (=






Considero a esta como la mejor. Al menos es mi favorita.



No sé por qué me habrán quedado tan rosas estos.

Dicen que los quieren quitar porque pueden ser dañinos para plantas, perros y gatos. Me pregunto si podría transplantarlos a una maceta.

Random:
*Después de salir del consultorio de la dentista y esperando a que terminara con el turno de mi hermano, el tipo que seguía después de nosotros hace un intento de entablar conversación conmigo, muy amablemente y con la mejor de las ondas. Yo respondo a sus preguntas muy amablemente y con la mejor de las ondas. Y fin. Y es ahí que descubrí dónde reside mi dificultad de sociabilidad: me dedico únicamente a responder. No formulo. No demuestro interés en mi interlocutor. No hago nada por mantener la conversación. No es que no me interese hacerlo, simplemente creo que estoy incapacitada. O tal vez sea demasiado perezosa. Es que detesto hacer comentarios sobre el clima para entablar conversación. No fue el caso.
*De puro ort- y contrario a lo que la guía del cable pronosticaba, enganché justo el tercer y último episodio de The Choir. Por supuesto, empecé a verlo desde el segundo. El número 2 es mi número, parece. Es que no pude evitar detenerme en el canal. El chabón simplemente tiene una voz maravillosa, una dicción perfecta. Y después lo vi. Para que entiendas, una muy imparcial pero muy precisa descripción:

Everyone is in love with Gareth Malone, the choirmaster who first appeared in the BBC2 documentary series The Choir and then again in Boys Don't Sing. Or, to put it another way, I don't know anyone who isn't in love with Gareth Malone. My girlfriends are all in love with Gareth Malone. My gay friends are all in love with Gareth Malone. My mother is in love with Gareth Malone. My sister is in love with Gareth Malone. I am in love with Gareth Malone. Just before I am due to meet him, I say to my partner: "You do realise that I may not come back, that if he wishes to run away with me I'm off, leaving you, our son, the two cats and the dog."
Deborah Ross
El resto del artículo, aquí.
Nada, se me hacía un nudo en la garganta al final. Muy muy conmovedor. Recomendado. Habrá que pescar futuras repeticiones en Film&Arts
*El Bruce Wayne de Christian Bale en Batman Begins tiene un peinado muy dorky, al menos en la parte del juicio.

Los 49 barrios porteños

Rochezna: El viernes me dan la nota de economia a las 8 y pico (patada en el ort.) venis conmigo?
MIE 09:43 04-MAR-09
Fiorella: Dale
MIE 15:12 04-MAR-09
(sí, pasaron tantas horas)
Y allí fuimos, como la máxima de las vacaciones es alpedismo eterno, ¿qué otra cosa podía hacer? No tenía mejores planes. Y dale, media hora de tren. Chacarita, media hora de 42. Ciudad universitaria. Vuelta y vuelta. Fotos
Con Snifverbli, claro, porque se autoinvita a todas partes

Media hora o un poco más hasta Avenida Santa Fe en 37. Costanera, Las Heras. Arenal y Arenales (¿qué razón hay de poner dos calles consecutivas con nombres similares?) Esperando 45 minutos para comprar las entradas, porque abrían a las 11 pero las puertas estaban abiertas. Listo. 40 minutos o más, ponele, hasta Barracas en el 39 (¿o La Boca?). Malos. Si hay algo que detesto es irme hasta allá para entrar y salir, al divino botón. Pero necesitaba ir al baño urrrrrrgente. Arreglaban y las fotocopiadoras no estaban. Que sacara las oferta horaria el día de la inscripción. Sí, claro, ¿me ves cara de caída del catre? Me verán antes, ya van a ver. Una hora o más en el 93. Paseo Colón, Alem, Recoleta, Las Heras... Palermo, Dorrego. Infinito punto rojo. Chacarita, media hora. Casa casita.

Y si hay algo que detesto, pero de veras de veras, y ya lo dije, eh, que conste, es llegar a mi casa y volver a salir. Y todavía más si es al dentista. Y todavía más porque no voy a ir a ver esa película de Cortázar, sobre Cortázar, para Cortázar, por Cortázar o como sea, nomeacuerdoqué. Pero algo de Cortázar era. Seguro.

dijous, de març 05, 2009

Toy Story

Y sí... Era oBVio que lo iba a hacer. Tarde o temprano. Más vale temprano que nunca (?)

Casa de muñecas

Madre compró un juguete nuevo: TX105, de esos que imprimen-copian-escanean y te pasean al perro mientras te cocinan un lomo a la strogonoff.
Y como quería ver qué onda, agarré lo primero que vi y ¡zas! al escáner

dimecres, de març 04, 2009

Siempre que llovió, paró

Ojalá no fuera cierto...

Ayer estaba tan nublado, yo estaba tan relajada, la introducción de ese libro era tan aburrida, que me dormí una siesta de tres horas, abrazada a mi gatita. De más está decir que me desperté sin saber dónde estaba y pensando que era el día siguiente al mediodía, más o menos.

dilluns, de març 02, 2009

No puedes seguir inventando que el mundo sea otra cosa y volar como mariposa

Una atmósfera soporífera envuelve a mi casa. Todos duermen. TODOS.
Perlita en la silla, tan dormidita, tan gordita, dan ganas de darle besitos en su pancita gris, sin despertarla, pero todos sabemos que es imposible. Se enojaría, mordería, haría sus ruiditos de boca cerrada, se lavaría la panza y seguiría durmiendo.
Iara en el piso, nunca dormida del todo, enrollada en sí misma, atenta a cualquiera de mis movimientos, por si llego a dejar al ambiente. Me seguiría, claro.
Morena, fuera de mi vista. En algún momento de mi eterna distracción, se habrá ido a dormir a mi cama. En cuanto entre a mi habitación, me mirará con cara de culpa, con cara de yo-no-fui, con cara de atrapada in fraganti, con cara de miedo. Con cara de perdón, ¿me dejás?
Leticia, también en mi cama. Pero sin culpa, con la seguridad y la certeza de que la cama es suya y me la presta a la noche.
Miyuni, en mi habitación, seguro, también. Pero en el piso, arriba de algo tirado, preferentemente papel, cartón, diario. Dormidito en toda su gordura, también dan ganas de darle besos en la panzota. Pero muerde fuerte.