Rhinoceros!

Medianoche en París es un must see

Momento incómodo

Creo que voy a tener que ver la peli de nuevo (qué pena! -NOT!-). La padecí bastante, teniendo durante casi toda la película unas ganas locas de ir al baño.

200

Asumo que debido a una sobredosis de Harry Potter (la premiere -lagrimón- y A Very Potter Musical -totally awesome!-) soñé con Daniel Radcliffe. Muy cómico en verdad, porque en realidad soñé con él siendo pequeñito y adorable, así:

Era como que habíamos viajado atrás en el tiempo (?). Bueno, e íbamos caminando al departamento de mis abuelos, en el que vivían antes, y nos lo encontramos caminando por la vereda y yo pienso "OMG tengo que llamar a Rocío y contarle ésto" y bueno, no sé como pero terminamos todos en el ascensor yendo al departamento de mi abuela, Danielito incluido. Estábamos un poco apretados, éramos cinco. A todo esto, el niño nunca dijo una palabra, se limitaba a sonreír como en la foto. Y el ascensor se detiene en un piso y quiere entrar una ex compañera de colegio (Marina, para aquellos que saben) y bueno, quedamos todos más apretados y entonces como no lo había visto a Danielito todavía porque estaba atrás de no me acuerdo quién (pero era pequeñito y adorable, fácil de esconder) le empezamos a tirar pistas a ver si adivinaba. No me acuerdo cuáles eran, sólo de que le dijimos algo así como que su personaje más famoso tenía los ojos verdes y él en realidad los tenía azules (!!!) y ahí en seguida adivinó y puso cara de "OMG!" y trataba de ver dónde podía estar, o sea, pedazo de tipo, pero no, le aclaramos que estaba en versión pequeña y adorable. El caso es que no sé cuánto tiempo estuvimos en ese ascensor, bastante en verdad. Y nunca llegamos a la casa de mi abuela, al final. No sé, después el sueño se iba medio al demonio, creo. Incluía a Danielito con otro niño metidos adentro de un gran ovillo de lana, sólo asomaban sus caritas de cachetes pellizcables y yo pensé "¿Cómo harán si tienen que ir al baño? Bueno, que se arreglen sus madres".

Esta es la actualización número 200. Lo que algunos hacen en menos de un año, a mí me llevó como 3.

Y como bonus track, parte de la Honorable Temporada de Refritos: Enfermedad terminal. No se incluyen baterías.

Era un sueño re re loco donde claro que yo no era yo y como que remitía a un sueño anterior o más bien como si se hicieran dos películas contando la misma historia pero cada una desde el punto de vista de personajes distintos. Y lo que sí que no estaba en la otra película/sueño era que mi gata aparentemente tenía gatitos y estábamos como en una casa a cero que se estaba recién habitando. Éramos una familia super numerosa pero mi papá sí era mi papá. Bueno, y estábamos en una habitación enorme pero vacía y veo que mi gata se peleaba feo con uno de los gatitos y los separo y pienso "¿Cómo va a tratar así a su propio hijo?". Pero miro bien al gatito y caminaba y se sentaba de una manera rara y le miro los dientes y no eran dientes de gato. Digo "¡Es una hiena!". Y le digo a mi papá "Mirale los dientes" y él me dice que no sabe cómo son los dientes de los gatos. "Leticia los tiene chiquitos y los colmillos son los más largos" le digo. Pero éste tenía todos dientes grandes y redondos como las hienas del Rey León. Así:

Y no sabía qué hacer porque si avisaba que había una hiena se lo iban a llevar y probablemente lo matarían y yo no quería porque era muy bebé. Pero si me lo quedaba, se iba a comer a los otros gatitos. Y después estaba el tema de cómo demonios mi gata parió una hiena y si no lo hizo de dónde diantres salió.

Estadísticas

De 34 entradas en lo que va del año, sólo 2 tuvieron la gracia de recibir un comentario. Lo cual me sirve para comprobar efectivamente lo que me comentaron en el del otro día, lo que leí en un blog y lo que me pasó a mí misma ahora que descubrí el beneplácito divino de recurrir a esta herramienta: el reader mató al comentarista. A los de este humilde espacio, al menos. El reader y el facebook.

En fin...

Pero, haciéndome eco del último comentario recibido y, por lo tanto, A PEDIDO DEL PÚBLICO, se abre la temporada del refrito. A mí me da menos que pensar y me saco las ganas de actualizar el coso este más seguido.

Bueno, pero resulta que: lo que me puse a leer hace unos días me daba risa porque hacía mucho que no lo leía. Lo pasé así nomás por encima hoy y ya no me causaba tanto chiste. Porque lo que hacía la mayor parte del tiempo era quejarme. Para el lector interesado: los archivos del 2008 y una parte del primer semestre del 2009 son un libro de quejas de mi vida cotidiana. Los grandes tópicos suelen ser: ganando por goleada, la facultad, seguida de cerca por el transporte público, el calor, otros. El 2009 tiene bastantes fotos. Y fue en ese año también que empecé con la onda de transcribir fragmentos de los apuntes que leía. Cosa que en lo que va del año en curso es lo que hice en la mayoría de los casos, aunque ya no de apuntes. No me gustan las dos oraciones que acabo de escribir pero no me dan ganas de repensarlas ahora. Pensé que repetía palabras pero no, suena mal otra cosa. No importa.

Y así, en este acto solemne, damos por iniciada la Honorable Temporada de Refritos con un clásico emitido el día 23 de noviembre del año 2008:

Título: Kablam!

Supongo que a nadie le habrá pasado, pero esta mañana estaba grabando una fotos en un cd y el cd en cuestión explotó adentro de la disquera. Está hecho trozos allí dentro y no puedo sacarlo.

La historia detrás: el CD era de mi madre y allí quedó. Estuvimos no me acuerdo cuánto tiempo sin grabar ni sacar nada de la PC. Luego vinieron los pendrive y sacamos los archivos para pasarlos a una CPU nueva. La vieja quedó para la compu que en teoría mi madre llevaría a su nueva habitación. La mandaron a un técnico, sacaron los restos pero la grabadora ya no funcionaba.

Refrito

Me puse a releer cosas que alguna vez escribí en este blog, y ésta me dio mucha risa:

¿Por qué por Mercado Libre no se consiguen las muñecas -tipo Barbie- de Sailor Moon? ¿Eh? Serena lleva casi 13 años sola, ni a Luna tiene, pobrecita. Su única amiga es la Sirenita.

Eso era todo... No sé si llegan a ser 140 caracteres, pero a veces, simplemente por el hecho de escribir algo, algunas cosas eran así de cortas. Como una premonición del Twitter.

Y leí un sueño que conté que hoy en día ni me acuerdo de haber soñado y entonces pienso menos mal que lo escribí, porque a ése no lo tengo escrito en ninguno de mis cuadernos.

A veces sueño cada cosa...

Y algunas cosas que escribí me siguen causando mucha risa.

A veces puedo ser graciosa.

Pero poca gente lo aprecia.

Dos de mis amigas y yo.