dijous, d’agost 20, 2009

Uno de los momentos más ¿fructíferos? de mi mente es ese momento en que trato de conciliar el sueño. Por supuesto, al día siguiente me olvidé de todo. Hasta que un día, después de mucho mucho tiempo, emulando a Rochezna, empecé a anotar las cosas en el celular, principalmente porque no me dan ganas de prender la luz, buscar un cuaderno, una birome, sentarme en la cama, escribir y todos los movimientos que anotar algo conlleva. Anoto frases al azar, que se aparecen de la nada, no sé si las escuché antes, las leí, pero "bam!" aparecen, sin tener ninguna relación con la línea de pensamiento que iba llevando. En su momento las anoto porque me parecen genialidades, o bien, porque no tengo la menor idea de lo que pueden significar.

Hace un par de noches se me apreció en la cabeza:

"-Bueno, a veces también eres un alumno religioso, ¿no es así, Pagano?"


WTF?!

1 comentari:

Rocío Celeste ha dit...

vos tendrias que leer lo que yo escribo en mi celular...

no es taaan delirante, pero hay vivencias y sueños.

ok, si, es delirante.