dimarts, de desembre 01, 2015

Mis fotos favoritas del mes de noviembre

Esta vez es en castellano porque no hubo swaps en noviembre -el grupo en swap-bot anduvo bastante inactivo- -se ve que no soy la única que tuvo un noviembre complicado-.
No saqué fotos en noviembre hasta la última semana. Un poco más relajada de la vida, con muy buenos tiempos para llegar a la entrega, me tomé algunos recreítos y saqué fotos. 

Una mañana apareció este pajarito muy bonito, muy gordito y muy pancho, que se quedaba en la enredadera, al alcance de la vista, y no se iba aunque me acercara (aunque sí se metía entre las ramas, como para mantener la distancia). Se quedó ahí toda la mañana y al mediodía también. 


Ese mismo día le saqué esta (y muchas otras) foto a Pelina (Perla), donde se puede apreciar su cara de desprecio infinito hacia mi persona por mi constante girar alrededor suyo diciendo cosas como "pinina pininita pelinita pupupipu" y demás sandeces, y tratando de tocarla. O capaz justo cerraba los ojos. 


Después de nosécuántas veces de decirle a mi madre "hay que sacar a la coneja a que dé una vuelta" conseguí meterle la idea en la cabeza (sólo porque hace unos días que anda decaída y con poco apetito) y la sacamos. La cosa es que no se mueve mucho de alrededor de su casa, y se había instalado en esa porción de pasillo. Leticia parece haber olvidado que ya se conocían y le tiene miedo y estaba penando de ese lado porque no podía pasar para este, porque "ese ser extraño que se parece curiosamente a mí en los colores" no la dejaba pasar (?) Bien al fondo se la puede ver a Perla, tirada, en su normal actitud de chuparle un ovario todo lo que pasa alrededor. 


Una tarde me tiré a "dormir" la siesta, y como siempre, Leti me hizo compañía y aproveché y le saqué un millón de fotos. Este es de las mejores, y además es en la que menos se nota el despiole del fondo. Mi bebito hermoso 


Ayer fui al centro a una jornada profesional. A pesar de haberme inscrito muy entusiasmada ni bien me enteré, a medida que pasaban los días la perspectiva de tener que ir y volver al centro en horario pico me pinchaba mucho el globo. Y ni hablar cuando avisaron que iba a hacer mucho calor. 
En el corte para el almuerzo terminé sentada en un cantero en lo que era el patio (¿o uno de los...?) de la Basílica de La Merced, que siempre había querido conocer, pero de vaga nunca me puse a buscarlo. Como queda en el medio de "la city porteña", se encuentra una con vistas como la que se ve más abajo. Como se puede ver en el color del cielo (?), hacía mucho calor.   


En el patio hay muchas plantas y flores, entre ellas esta margarita.


Y ya está, hoy ya es diciembre y ya hace calor, y ya me hizo sentir mal y ya me angustia la llegada inminente del verano.