dijous, de gener 28, 2010

Que alguien me explique

En qué momento entre la madrugada de ayer y la de hoy se borraron todas las canciones de mi celular dejándome sólo con los ringtones?
EH?

Voy a iniciar acciones legales.

dilluns, de gener 25, 2010

La hormiga Titina*

Hace un rato que estaba en el baño volvi a ver a la misma hormiga que estoy viendo desde un par de días. Y la hormiga está camina que camina, en las mismas 6 baldosas, sin salir de ese perímetro, sin "esccaparse de la raya". Y camina y camina. Ya sobrevivó 3 días de gente que entra y sale del baño, y ella camina y camina. Sé que es la misma hormiga siempre porque cada vez que la veo parece más cansada. Si caminar 3 días sin descanso puede ser agotador para una persona, imaginen para un hormiga. Con todo lo que debe haber caminado podría haber ido a Luján ida y vuelta. Hoy la noté excepcionalmente cansada. Sus patitas traseras parecían más largas, era como si las estuviera medio arrastrando. Pensé un momento en tratar de ayudarla y llevarla al patio pero no. No tengo una buena experiencia en el rescate de insectitos. Hace poco quise rescatar una oruga que vi caminando por el patio. Quería ponerla a resguardo de las pisadas de bípedos y cuadrúpedos. Entonces la agarré y la llevé a la planta de las mariposas (una larga historia, para otra ocasión), dejándola no sólo a resguardo de imprudentes pisotones sino también en algo que para ella debería haber sido añgo así como un tenedor libre. Al día siguiente salí para ver como estaba y la encontré muerta, enrededada en una tela de araña. Al rato volví a mirar, y había medio cadaver, vaya uno a saber a donde fue a para la otra mitad. Entonces me dije no, no voy a intentar rescatarla, lo único que le falta pobre es que sea encontrada por un grupo de hormigas y que éstas la maten por no pertenecer a su hormiguero. Que siga caminando y caminando, que seguro así va a llegar al Cielo.

*Si, bueno, pensé "Debería tener un nombre" y le puse Titina. Cada vez que pienso en bichitos, les pondría a todos Titina. O, a lo sumo, si son nenes, Cocomiel.

diumenge, de gener 24, 2010

Mis sueños locos se han multiplicado en el último mes

En dos de ellos hasta hablaba en inglés y todo (esa es la parte loca).
En uno de ellos estaba en Londres, participando de algo así como una Amazing Race, pero individual. No sé qué tenía que buscar, a dónde tenía que ir, pero igual todos corríamos y urdíamos estrategias (también tuve varios sueños en los que corría, me despertaba medio agitada). El tema era que a veces como que necesitabas de otras personas pero a la vez no se podía confiar en nadie. Recuerdo que nos hicieron alojar en un hotel y yo estaba llevando mi bolso y no sabía dónde dejarlo y quería esconderlo y que nadie lo viera porque tenía unas pistas o algo así. Y bueno, lo dejé ahí, al lado de un armario porque no sabía dónde esconderlo. En esa habitación había un chico re lindo (la mayoría de los personajes de mis sueños son personas inventadas... una lástima) pero a la vez era como mi contricante, así que medio que lo odiaba medio que no. Me acerco a la ventana desde allí se veían dos jardines de dos casas de esas tan inglesas. Victorianas, o como se llamen. Y de lejos pero no tanto, casi como si estuviera a la vuelta, se veía el techo de una construcción que se me hacía familiar. Digo -o pienso- "Me recuerda al Museo Británico" y me di cuenta de que era el Museo Británico y entré en euforia y medio que salí corriendo para allí a la vez que pensaba que iban a pensar que soy una fanática de los museos. Un poco de razón tendrían, pero no quería que los supieran.
Bueno, y llegué al museo y pasé por una ventanilla como para sacar la entrada y me pideron el pasaporte para no sé qué algo e un número pero yo ya lo tenía al número porque ya había ido al museo una vez. Bueno, y hablaba y hablaba en inglés y yo le entendía todo pero me aburría y quería entrar al museo, así que no le prestaba atención y sólo asentía con la cabeza.
Entro al museo y había un montón de gente apiñada frente a una vidriera en la que había un tipo disfrazado de faraón haciendo algo así como la danza del vientre. "Este museo está decadente" pensé. Y seguí de largo.
Y no sé qué es lo que sigue, si cuando llegué a un distribuidor como el del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y pensaba que bueno, ahora realmente voy a ver lo que la pena y hace al museo lo que es, o cuando llagaba a ese gran salón que albergaba una especie de exposición llena de stands repletos de golosinas.