dilluns, de febrer 28, 2011

Dialógos de la Muerte

-La verdad, no me arrepiento -dijo con voz casi normal -. Volvería a hacerlo. Los niños son nuestra esperanza para el futuro.
NO HAY ESPERANZA PARA EL FUTURO -dijo la Muerte.
-¿Y qué hay en el futuro?
YO.
-¡Aparte de ti!
¿CÓMO DICES?
La tormenta alcanzó su aullante clímax sobre ellos. Una gaviota pasó volando.
-Quiero decir -insistió Superudito, con amargura -, ¿qué hay en el mundo que merezca la pena vivir en el intervalo?
La Muerte meditó sobre el asunto.
GATOS -dijo al final -. LOS GATOS SON MUY BONITOS.

***

EL PESO NO TIENE NADA QUE VER. MI CORCEL HA TRANSPORTADO EJÉRCITOS. MI CORCEL HA TRANSPORTADO CIUDADES. SÍ, HA TRANSPORTADO TODAS LAS COSAS, CADA UNA A SU DEBIDO TIEMPO -dijo la Muerte -. PERO NO PIENSO LLEVAROS A LOS TRES.
-¿Por qué no?
ES CUESTIÓN DE IMAGEN.
-Pues sí que vamos a dar una buena imagen si no nos llevas -bufó Guerra -. El Jinete y los Tres Peatones del Aprocrilipsis.
-Podríais pedirles que nos esperasen -sugirió Peste, cuya voz sonaba como si goteara por el fondo de un ataúd.
TENGO MUCHO TRABAJO POR DELANTE -dijo la Muerte. Hizo chirriar los dientes -. ESTOY SEGURO DE QUE OS ARREGLARÉIS, COMO SIEMPRE.
-A veces me pone histérico. ¿Por qué tiene que decir siempre la última palabra?
-La fuerza de la costumbre.
Volvieron a entrar en la taberna. No dijeron nada por un rato.
-¿Dónde está hambre? -preguntó Guerra al final.
-Ha ido a buscar la cocina.
-Oh.

Terry Pratchett - Rechicero (Sourcery)