
Último día.
¿Y mañana?
Su nombre es Alfio, Alfio, la bola trogloditaQuiero una bola troglodita para navidad.
Come ñoquis con tabasco, tabasco, la bola troglodita
Usa zancos largos, largos, la bola troglodita
Su amigo albino es blanco, blanco, la bola troglodita
Es que él es (¡¡todos juntos!!) ¡Alfio, Alfio! La bola tro-glo-di-taaaaa
¿Bien cómo? ¿Bien que promociona? ¿Bien que aprueba pero va a final? ¿Bien que te esforzaste mucho pero seguí participando?Fiorella el parcial está bien. Lo leo detenidamente el fin de semana y te paso la nota.sdos Carolina.
No saludó a su vecino por navidad y lo asesinó.Periodismo serio.
¿Qué hice?!?!?!?!recibí correctamente tu parcial. en la semana te paso la nota.sdos Carolina
Sin embargo, todo cambió a mediados del siglo XIV: sobrevino una vez más la oscuridad y absorbió a Pekín y a Hangchow, a los grandes puertos, a los apiñados juncos y a la noble civilización. Ya no fue sichurissima la gran ruta comercial, y los sacerdotes cristianos ya no cantaron sus misas en Zaiton. La dinastía tártara cayó y los nuevos gobernantes de China retornaron a la antigua política antiextranjera; aún más, el Islam extendió sus conquistas en toda el Asia Central y se interpuso como una suerte de valla entre el Lejano Oriente y el Occidente, como un gran muro de intolerancia y de odio, mucho más sólido que la gran muralla de piedra construida en otro tiempo por los chinos para contener a los tártaros. Los portentos de Marco Polo se convirtieron en una mera leyenda, en la fábula de un viajero. Pero el gran aventurero no había finalizado su empresa. Casi un siglo y medio después de la muerte de Marco, un capitán de marina genovés se consagraba a leer detenidamente uno de esos libros que hacía tan poco habían comenzado a imprimirse y que la gente empezaba a comprar y a pasarse de mano en mano. El texto que recorría era una versión latina de los viajes de Marco Polo. Lo estaba leyendo atentamente y, por cierto, con pasión. Mientras leía, escribía notas al margen; y puso notas a lo largo de setenta páginas. De vez en cuando fruncía el entrecejo, tornaba las hojas y releía la historia de aquellos inmensos puertos de Catay y de los palacios con techos de oro de Cipango. Y siempre se preguntaba cómo podría llegarse a esas regiones, pues en ese momento un muro de oscuridad cubría Asia Central y la anraquía bloqueaba el camino que conducía al Glofa Pérsico. Un día -¿no podemos verlo, acaso?- levantó la cabeza y golpeó con la mano sobre la mesa. "Navegaré hacia el oeste -dijo-. Quizá encuentre, en el Océano Occidental, la perdida isla de Antilla y, sin duda, he de llegar a la costa más lejana de Cipango, pues la tierra es redonda y en algún lugar de esos inmensos mares, más allá de la costa de Europa, tiene que estar la rica Catay de Marco Polo. Solicitaré a los reyes de Inglaterra y de España una nave y una tripulación, y la seda, las especias y las riquezas serán de ellos. Navegaré rumbo al oeste -dijo el capitán genovés golpeándose el muslo-. ¡Navegaré rumbo al oeste, rumbo al oeste, rumbo al oeste! Y este fue el último de los prodigios del signor Polo: ¡descubrió la China en el siglo XIII, cuando estaba vivo, y en el siglo XV, cuando ya había muerto, descubrió América!
«Flσяε» dijo:
ok, si ya te fuiste, bueno, lo leés cuando legues, si todavía estás... lo que sea, ok, hoy estábamos en cerámica (en realidad solo yo, barbi y marce re coladas así de onda) y al final yo me fui re tarde de la clase y ellas seguían conmigo y se fueron casi casi todos y el ayudante es está re bueno se había quedado y re pajeras yo creo que ellas se quedaban más por él que por mí, no importa, yo también me quedaba por él, y yo estaba pintando y ellas le miraban el culo al chabón... yo disimulaba pintando pero a cada rato miraba también... eso, nada más chau
La inocencia de Elsa es proclamada por la victoria de Lohengrin; la hechicer Ortrude y Federico, dos malvados en la condenación de Elsa, logran excitar en ella la curiosidad femenina, marchitar su alegría con la duda y obsesionarla hasta que viole su juramento y exija de su esposo la confesión de su origen. La duda ha matado la fe, y, desaparecida la fe, lleva la felicidad, Lohengrin castiga con la muerte a Federico por una emboscada que éste le ha tendido, y delante del rey, los guerreros y del pueblo reunidos, declara por fin su verdadero origen:
"...Quien es elegido para servir al Graal queda inmediatamente revestido de un poder sobrenatural; aún aquel que es enviado por él a una tierra lejana, encargado de la misión de defender el derecho de la virtud, no es despojado de su fuerza sagrada mientras permanezca desconocida su calidad de caballero del Graal; pero tal es la naturaleza de esta virtud del Santo Graal, que, una vez revelada, huye inmediatamente de las miradas profanas; es por eso que ustedes no deben concebir ninguna duda sobre su caballero; si es reconocido por ustedes, él debe dejarlos en el acto. ¡Escuchen ahora cómo recompensa la pregunta prohibida! He sido enviado a ustedes por el Graal, mi padre, Parcival, lleva su corona; yo, su caballero, tengo por nombre Lohengrin". el cisne reaparece en la orilla para llevar de vuelta al caballero, hacia la patria milagrosa. La hechicera, en la infatuación de su odio, revela que el cisne no es otro que el hermano de Elsa, aprisionado por ella en un encantamiento. Lohengrin sube a la barquilla después de haber dirigido una ferviente oración al Santo Graal. Una paloma toma el lugar del cisne, y Godofredo, duque de Brabant, reaparece. El caballero ha regresado hacia el monte Salvat. Elsa que ha dudado, que ha querido saber, examinar controlar, elsa ha perdido su felicidad. El ideal se desvaneció.
Baudelaire, Richard Wagner y Tannhäuser en París
Estoy bastante lejos de vivir en Formentera, pero me han dado ganas de conocerla